Cada día que pasa mi capacidad de asombro es infinita. Cuando los vecinos de esta ciudad creemos que no podemos ver más deterioro en nuestros barrios, nos sorprende una imagen como la que contemplamos en la coruñesa calle Donantes de Sangre, pegada a la plaza de San Pablo.
Una montaña de basura y cartones nos impide circular por la acera. Los transeúntes no dábamos crédito a lo que estábamos viendo y esto tiene que parar de una vez.
La alcaldesa y su séquito de inútiles concejales, que cobran una millonada en sueldos, han tirado a la basura 60 millones en los servicios de recogida de basura y el resultado es que vemos esta suciedad todos los días en todos los barrios de la ciudad.
¡Basta ya! De desidia, de degradación, de suciedad, de inseguridad y de abandono. Basta ya de la recua de inútiles que gobiernan esta ciudad que, en otros tiempos, era la envidia de toda España y que ahora sólo sale en la televisión por noticias negativas.