Hay una realidad que los gobiernos del progreso se niegan a aceptar, y es que, a pesar de que gobiernen, los datos muestran que, bajo su mandato, el número de personas necesitadas no hace más que aumentar. Es el caso de Inés Rey quién, hace unos días, afirmaba que «A Coruña está mejor hoy que hace cuatro años» cuando en su ciudad, según informaba La Voz de Galicia, entidades benéficas como Padre Rubinos se están viendo colapsadas ante unas peticiones que se han incrementado un 45%. Según ella, los socialistas gobiernan «cambiando la vida de la gente», pero según relata Eduardo Aceña, presidente de la Real Institución Padre Rubinos, “los gastos diarios de muchas familias, en situación de desempleo o incluso con un trabajo poco remunerado, no les alcanzan”.
En efecto, aunque el hecho de tener trabajo no garantice que una persona no pueda encontrarse en riesgo de pobreza y exclusión social, los recientes datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) relativos al primer trimestre del año tampoco son esperanzadores al respecto. El Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que en España ya son más de un millón los hogares que tienen a todos sus miembros en edad laboral en paro, de los cuales 82.206 se encuentran en Galicia, lo que representa un 7,47% de los hogares gallegos.
En un contexto como el anterior, no son de extrañar los resultados obtenidos por A Coruña en el indicador de referencia que se utiliza en el marco de la Agenda Europa UE 2030 para medir el riesgo de pobreza y exclusión social. Según muestra la tasa AROPE (“At Risk of Poverty and/or Exclusion”) en base a los últimos datos disponibles relativos al año 2021, en A Coruña y su área de influencia el 21,61% de la población se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, casi dos puntos por encima del resultado obtenido para Galicia –19,22%– y cuatro puntos más que el año anterior –17,41%–. Siendo estos los datos, parece que la alcaldesa de A Coruña ignora al sector de la población más vulnerable cuando habla de construir «A Coruña que avanza» solicitando el voto en las próximas elecciones municipales.
A pesar de que los resultados de la tasa AROPE beban de datos correspondientes al año 2021, que la tendencia sigue siendo creciente es un hecho, pues según el informe anual de la Cocina Económica de La Coruña, a lo largo del año 2022, han sido atendidas casi 1.700 personas, de las que un 40% acudió por primera vez. La entidad ha subrayado en su informe que esta cifra representa el máximo de la serie histórica desde la creación del Servicio de Trabajo Social en el año 2011. Asimismo, analizando los datos a lo largo del tiempo, se constata que el número de personas nuevas atendidas se sitúa muy por encima de los niveles prepandemia y mismo es superior al de los peores años de la crisis de 2011.
Fuente: Memoria 2022 del Servicio de Trabajo Social de la Cocina Económica de La Coruña
Desde la entidad explican que las razones del repunte tienen una doble vertiente. Por un lado, el contexto económico actual implica que, de manera constante y regular, muchas personas y familias lleguen a situaciones de pobreza y exclusión y, en consecuencia, precisen de asistencia para cubrir gastos y necesidades básicas. Por otro lado, hacen hincapié en que A Coruña es una ciudad receptora de personas y familias en situaciones de pobreza y exclusión social, pues se erige como una “ciudad destino” del constante flujo migratorio que llega a España.
Por lo que respecta al perfil, desde la institución destacan la tendencia creciente de la presencia de la mujer en el fenómeno estructural de la pobreza y que el 55% de las personas que han acudido por primera vez a la entidad son extranjeras. Asimismo, la media de edad de los nuevos usuarios se sitúa en los 44 años y el estado civil mayoritario es el de soltero con hijos. Por último, en lo que atañe al tipo de alojamiento, la forma mayoritaria de alojamiento es la habitación alquilada o el piso compartido, representando una tercera parte del total, siendo el siguiente tipo de alojamiento la convivencia con familia o amigos.