Es evidente que a la alcaldesa le importa muy poco los problemas de la clase trabajadora. Vivo en una zona de gente humilde, que se levanta todos los días para ir a trabajar y sacar a sus familias adelante. Lidiamos con la crisis, con la inflación, con la subida de los precios de los alimentos, de la energía, de los combustibles, … y a duras penas llegamos a fin de mes con la lengua de fuera.
Ya tenemos suficientes problemas para que los políticos nos causen más, pero les encanta arrasar con todo sin preguntar. La última “hazaña” que ha perpetrado Inés Rey ha sido en la calle Pérez Quevedo, en el corazón de Monte Alto, detrás de la antigua cárcel, donde esta el colegio.
Como se puede ver en las fotos que les envío, han decidido pintar dos líneas amarillas a ambos lados de esta calle y también lo han hecho en la calle paralela, cepillándose de un plumazo casi 50 plazas de aparcamiento de los vecinos. ¡Con un par!
He llamado al ayuntamiento para preguntar la razón y me han dicho que se trata de “obras de conservación” y “humanización”. Es decir, que los vecinos estamos jodidos. ¿Nos preguntaron a los vecinos si queríamos humanizar nuestras calles? Por supuesto que no. ¿Nos han dado alguna alternativa para aparcar nuestros coches? Por supuesto que tampoco.
Repito, somo gente humilde y trabajadora y la alcaldesa nos obliga a “buscar un establo” para guardar nuestro coche. Como todo el mundo sabe, en nuestro barrio hay muy pocas plazas de parking y las que hay son carísimas. Pues nada, llevaremos nuestros coches a aparcar en el espacio reservado para los concejales en la plaza de María Pita, que seguro que no les importa que lo hagamos sin preguntarles. ¡A ver si nos dejan en paz y no nos complican más la vida!