Inés Rey ha vuelto a incrementar la subvención a la Federación Vecinal hasta los 50.000 euros y su presidenta, Luisa Varela, alaba la gestión municipal, amenaza a las entidades vecinales críticas y se desentiende de las protestas vecinales por el incremento de inseguridad ciudadana.

No se puede negar que estamos viviendo un momento grotesco de la política en lo que a expresiones y lenguaje se refiere; todos los días nos vemos obligados a oír las más absurdas memeces de la boca de nuestros representantes que se quedan cual Don Hermógenes de Moratín después de hablar: enamorados de sí mismos y convencidos de que han sentado cátedra.

Pero este nivel de estupidez humana parece que se contagia a otros sectores de la sociedad a la misma velocidad que la gripe en el mes de diciembre. Y esto viene a colación de las brillantes declaraciones de la presidenta de la Federación Vecinal de A Coruña, la señora Luisa Varela, en un Diario Local: “Cada persona tiene su ideología, pero las asociaciones vecinales tienen que ser apolíticas, para concluir “y no sé cómo a veces se pueden prestar a participar en actos de la mano de algún Partido”.

Luisa Varela, sempiterna presidenta de la Federación Vecinal, veterana afiliada del PSOE, criticó agriamente a los representantes vecinales que acuden a reuniones convocadas por partidos políticos.

Cierto es que todas las declaraciones de la citada entrevista no tienen desperdicio, y no puedo sustraerme a la tentación de desgranarlas por la evidente carga “pedagógica” que destilan. Pero antes permítame el lector hacer un par de precisiones tan necesarias como ilustrativas:

1º- La señora Varela es antigua y conocida militante del PSOE en nuestra ciudad, con lo cual, por muy objetiva que quisiera ser la buena señora -que no lo es ni lo disimula- las siglas siempre tiran.

2º- Dicha señora no se pierde acto alguno, como podrán comprobar por la hemeroteca, sin distinguir quién es el organizador de esta; claro que podría argumentar que lo hace por representación institucional, lo mismo cabe inferir del resto de representantes vecinales; también podría decir que lo hace por educación, otro tanto podría decirse de sus homólogos vecinales. 

Luisa Varela acude a todos los eventos institucionales, pero no se le ha visto apoyando las movilizaciones vecinales contra la okupación y el tráfico de drogas en Monte Alto, Os Mallos o Ventorrillo.

En resumen, que a la buena señora se le podría aplicar aquello de “consejos vendo que para mí no tengo”. Y en este asunto, además, no deja de ser absolutamente ofensivo que la señora Varela, que no tiene pudor alguno en erigirse en defensora de los intereses vecinales, no se pierda ningún sarao institucional, pero en cambio no esté al lado de sus vecinos cuando protestan por las okupaciones o la delincuencia vinculada a la droga (Monte Alto, Os Mallos, Ventorrillo o Monte Martelo por ejemplo), cuando se cae una casa en Elviña y no se puede circular por la carretera, o cuando los vecinos de las llamadas Casas de Franco en Ronda de Outeiro recogen firmas y cortan la carretera para que no les coloquen un muro delante de sus casas. Por lo que parece, a Doña Luisa esas fotos no le gustan tanto, no deben dar el perfil suficientemente “apolítico”.

Luisa Varela amenazó veladamente a las asociaciones vecinales críticas con la gestión del actual gobierno municipal, al afirmar que “se pueden encontrar en un lío muy gordo”.

Por si su adoctrinamiento respecto de la presunta posición política de las asociaciones vecinales resultase insuficiente, se lanza al vacío enviando lo que parece ser una velada amenaza al sostener Ley en ristre que “las asociaciones que tengan cuidado porque se pueden encontrar en un lío muy gordo.

Soy consciente que puede parecer poco apropiado darle una lección de democracia a quién con tanta rotundidad y vehemencia pretende sentar cátedra sobre el comportamiento del asociacionismo vecinal en nuestra ciudad, pero quizás sería oportuno recordarle a la buena señora que la legitimidad de los representantes de cada barrio de nuestra ciudad deriva directamente de los vecinos del mismo, que son a la postre quienes los eligen, a quienes deben rendir cuentas y para quienes trabajan; repito, directamente. Así que convendrán conmigo que esta lección, la “presidenta” vecinal, la tiene más que suspensa.

Foto. Representantes de siete entidades vecinales entregando 5.000 firmas en el ayuntamiento coruñés, en agosto de 2023, para que se mejore la seguridad, la limpieza y el mantenimiento de sus barrios

Y el summum de la “apoliticidad” es la laudatio que le dedica a la co-alcaldesa al reconocerle la labor y compromiso de visitar cada semana un barrio: Es una situación ideal, solamente hay que tener paciencia, porque va por turnos y por semanas, pero  las cosas van muy bien y la gente tiene la capacidad de decirle a la alcaldesa cuáles son sus necesidades….compromiso nuevo que ha adquirido la alcaldesa con las asociaciones y los barrios, que son independientes y le dicen lo que le quieran decir”. 

La Federación vecinal, presidida por Luisa Varela, ha vuelto a ver incrementada la subvención del gobierno de Inés Rey, hasta alcanzar la cifra de 50.000 euros anuales.

Esto merece un análisis pormenorizado, veamos:

  • Es una situación ideal: No, no lo es; es una obligación de la co-alcaldesa.
  • Va por turnos: No, debería ser por la urgencia de las necesidades que exponen en sus solicitudes o en los acontecimientos que puedan surgir.
  • Las cosas van bien: Claro, por eso los cortes de carretera, las manifestaciones, los escaños ciudadanos, las quejas por Registro municipal, las denuncias de los Partidos de la oposición, etc.
  • La gente tiene la capacidad: mal muy mal, los vecinos tienen el derecho de transmitirle en persona a la co-alcaldesa sus problemas y necesidades, y ella la obligación de oírlos con respeto, tiempo y atención. 
  • Compromiso nuevo de la alcaldesa con las asociaciones y los barrios: el compromiso de la co-alcaldesa de atender a asociaciones y barrios ni es nuevo ni novedoso. Es su obligación desde el 19 de junio del año pasado.
  • Que son independientes: ¿independientes de qué o de quién? ¿de qué independencia habla esta señora? ¿no será que cree el ladrón que todos son de su condición y le ha fallado el subconsciente?
  • Y le dicen lo que le quieren decir: ¡hombre sólo faltaría que le dijeran lo que ella quiere oír o lo que alguien les aconseje que digan!

En fin, hoy que me he levantado refranero, podría decir aquello de “por la boca muere el pez”, o siguiendo al gran filósofo del humor Groucho Marx “es mejor permanecer callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente”, claro que si por hacer cosas así recibes una subvención anual de 50.000 euros -desconocemos con qué finalidad porque trabajo no se ve- lo mismo te ves obligada a quedar en evidencia de vez en cuando.