Gobierne quien gobierne a Galicia se le defiende.

Aunque nos consideremos ciudadanos del mundo, incluso cuando nos sintamos influenciados por ideologías diferentes unas de las otras, en el deseo de servicio a los ciudadanos, los que amamos a Galicia, protestamos con la frase de “gobierne quien gobierne a Galicia se le defiende”, si es que realmente sientes interés por los derechos de los ciudadanos que te han dado su voto.  

Las reiteradas promesas incumplidas y el afán de castigo, al ser una de las autonomías en donde no han podido gobernar unos y cuando otros distintos lo hicieron sucedía más de lo mismo. Izquierda y derecha se olvidan de Galicia, unos por venganza política y otros por considerar que al ser “territorio amigo” sus votos están asegurados. Red de ferrocarriles autonómicos sin cambiar desde su inauguración (Coruña-Ferrol) y condonación de deudas a otros puertos, negándolos a Galicia. Recursos para satisfacer las demandas de «otros territorios», Cataluña y País Vasco.  

Lo último ha sido que, desde el 1 de enero, las autopistas estatales en Galicia aplicarán una subida media de casi un 7%. El trayecto entre Ferrol y Tuy, el más largo, pasa a costar 25,5 euros, significando la segunda mayor subida del peaje en lo que va de siglo. La “migaja” del pago por el voto del BNG a la investidura de Sánchez solo se aplicará para viajes frecuentes, no tendrá efecto hasta que se aprueben dentro de unos meses los presupuestos del Estado. Un solo voto gallego vale poco en la urna de Pedro Sánchez. 

Produce estupor la nula defensa de los socialistas y nacionalistas gallegos y el silencio ante tal acuerdo, que sitúa a la AP-9 en el grupo de cabeza de mayor subida por sexto año consecutivo. Frente a ello y para acallar o desviar tal subida, acusan a la Xunta de Galicia de no abaratar los que dependen de nuestra autonomía, que seguirán un año más congeladas.  

Así actúan los políticos actuales, criticando las acciones del contrario para ocultar las miserias propias, que nos hacen recordar aquello de “mexan por nos e estamos a decir que chove”. Amar a Galicia es defenderla, es no consentir ser inferiores y si iguales en derechos y obligaciones y, sobre todo no comprar con el dinero de todos nosotros prebendas para otros.  

Chove en Galicia e uns e outros miran para outro lado, xa teñen os votos.