Resiliencia es la capacidad de adaptarse o sobreponerse a situaciones adversas, ya sean personales, profesionales o sociales.
Existe en España un “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno que -según dicen- pretende canalizar fondos europeos dirigidos a reparar los daños causados por la crisis sanitaria del COVID 19, y “construir un futuro más sostenible”.
Más que concretar una ingente cantidad de millones de euros difícil de retener, podemos tener la idea de eso: de una ingente cantidad de dinero.
Existe un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con una ingente cantidad de millones que debería de utilizarse para los fines anunciados
Supongo que la idea proviene de lo que nos enseñaron en el cole; la crisis del 29 (siglo pasado), y la crisis del 98 (últimos años del siglo XIX), cuando estuvimos en guerra con EEUU. Ambas fueron crisis brutales. La primera y segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española.
Ahora salimos de una situación desconocida: hemos estado recluidos en nuestras casas, y las empresas tuvieron que cesar su actividad.
Se entiende que “retomar el ritmo normal” y levantar la actividad económica, requiere de un especial esfuerzo de todos.
De ahí el plan y presupuesto especial. Un Plan en el que la principal novedad es su objetivo de reforzar la resiliencia; pues es difícil pensar en iniciativas que no pretendan una recuperación, mejora o transformación, ya sea en la economía en general o un sector económico en concreto.
Y, si buscamos el significado de Resiliencia, veremos que es la capacidad de adaptarse o sobreponerse a situaciones adversas, ya sean personales, profesionales o sociales.
En nuestra ciudad hemos dado muestra de gran resiliencia animando sin descanso al Dépor hasta alcanzar la ansiada Segunda División
Es aquí donde creo que vivo en un entorno “sobrado” de Resiliencia, y creo que acontecimientos recientes lo demuestran. El pasado domingo el R C Deportivo de La Coruña, ascendió de categoría. Pasó de la “infame” primera RFEF, a la segunda División. Algo que -días después del ascenso ya relativizamos e interiorizamos como: “bueno, no es para tanto”.
Nos olvidamos pronto de que, durante temporadas pasadas, hemos tenido el ascenso a mano y desperdiciamos la oportunidad, incluso jugando en Riazor y ante rivales de calidad inferior. Los seguidores del Depor, no olvidamos los tristes finales de temporadas pasadas contra el Fuenlabrada, Mallorca, Albacete… todas jugadas en Riazor y desperdiciadas.
La afición del Dépor llenó el Estadio de Riazor para animar al equipo en Primera RFEF, igual que hacía cuando jugaba en la Champions contra el Milán o cuando nos visitaba el Madrid o el Barcelona
A pesar de este historial, el estadio de Riazor se quedó pequeño el sábado, y más de 30.000 personas arropamos al equipo para tratar de superar al Barcelona Atlético y lograr el ansiado ascenso. Da igual si parecen muchas o pocas personas, lo importante es que hablamos de la misma cantidad que hace unas décadas apoyaban al equipo en la Champions frente al Milán, al PSG, al Manchester al Oporto o al Bayern. Los mismos que peregrinaban al estadio a ver al equipo frente al R. Madrid o FC Barcelona.
La parroquia deportivista ha demostrado su capacidad a sobreponerse de descenso tras descenso o de partidos frustrantes e ilusiones rotas
A pesar de que oficialmente Riazor puede acoger en teoría a 35.000 espectadores, a partir de 30.000 estamos ante llenos reales, respetando las medidas de seguridad. Y 29,000 fue el aforo -esta temporada- frente al C D Lugo o el Arenteiro, de Carballiño.
Es decir, la parroquia deportivista ha demostrado su capacidad a sobreponerse de descenso tras descenso o de partidos frustrantes e ilusiones rotas.
Si esto no es resiliencia…
Ser del Dépor significa saber que no se puede bajar los brazos en ningún momento
Ser seguidor del Deportivo es un valor que debe incluirse en los currículos de nuestros jóvenes, porque demuestra una capacidad a sobreponerse de situaciones adversas, incluso cuando se piensa que ya no hay abismo después de encontrarse en condiciones tan negativas.
Ser del Dépor significa saber que no se puede bajar los brazos en ningún momento.
Ser del Dépor significa entender qué es jugar en equipo.
Ser del Dépor significa seguir ahí cuando las cosas van mal.
Si todo eso no se valora, el problema está en quien realiza la selección de personal.