A Coruña está sumida en el caos de la recogida de basura y en el estallido vecinal de los barrios causado por los problemas de inseguridad ciudadana.

Ya lo avisamos hace tiempo. El gobierno de Inés Rey está en absoluta minoría y concentra todo el poder en una sola persona, José Manuel Lage Tuñas, concejal que gestiona el 80% del presupuesto y que es el responsable del caos en el servicio de contratación, que ha causado la anulación por los juzgados del contrato de recogida de basura. Es decir, la empresa concesionaria ya no tiene contrato y no puede invertir, ni renovar, ni mover un dedo. Solo puede prestar el servicio como pueda y esperar a que se licite, se adjudique y comience, de nuevo, otra concesión para la recogida de basura en A Coruña.

¿Y eso cuando será? Pues no lo sabemos. Lage Tuñas e Inés Rey no parece que tengan mucha prisa, como en todo. Lo de gestionar los servicios públicos de la ciudad no va con ellos. Son más de andar por las radios y por la prensa amiga contando que la ciudad esta que se sale, pero en realidad, la ciudad está hasta la coronilla de esta pareja de ineptos.

En los barrios donde residen 7 de cada 10 vecinos la opinión mayoritaria es desfavorable a la gestión del actual gobierno municipal de A Coruña.

Ya hemos advertido hace tiempo de elevado nivel de cabreo de los vecinos de muchos barrios con la suciedad, la falta de mantenimiento y los constantes problemas de inseguridad ciudadana, a pesar de la subida de impuestos que ha impuesto el gobierno municipal socialista, con la inestimable colaboración de sus socios del BNG. Una media de 6 de cada 10 personas considera que su barrio se ha estancado o ha empeorado y en los barrios de la ciudad donde residen 7 de cada 10 vecinos, la opinión mayoritaria es desfavorable a la gestión del gobierno municipal de Inés Rey y Lage Tuñas.

La organización del gobierno municipal descansa de forma exclusiva en Lage Tuñas y un poco en los otros dos tenientes de alcaldesa, Gonzalo Castro y Yoya Neira, que disponen de una corte de coordinadores, jefes de área y asesores que conforman el verdadero poder municipal. La situación es tan absurda, que siete concejales del gobierno municipal, que se presentaron en la lista electoral de Inés Rey, no tienen delegada ninguna función y solamente van de inauguración en inauguración y de canapé en canapé, por el módico precio de 65.000 euros al año.

La ciudad está invadida de basura por todos los barrios desde hace más de un mes y la alcaldesa todavía no ha decretado la alerta sanitaria para poner una solución a esta grave situación.

¿Y qué pasa con los funcionarios? En general, salvo los afines a su causa, los desprecian, los ningunean y los tienen absolutamente aparcados. Lage Tuñas está preparando el desembarco de “funcionarios amigos” desde otras administraciones municipales, para terminar de conformar el entramado clientelar y perpetuarse en la poltrona por muchos años. No hay proyecto de ciudad, ni estrategia, ni capacidad de gestión, y los trabajadores municipales están como pollos sin cabeza, debido a que no hay nadie pilotando el ayuntamiento.

A la decisión de la justicia de anular el contrato de la recogida de basura, hay que añadir el pulso que mantiene el sindicato de la limpieza con la alcaldesa, a través de una huelga de celo que ha convertido a los barrios de la ciudad en un auténtico estercolero, como se puede apreciar en este vídeo.

Como es sabido, el Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL), investigado judicialmente por cometer presuntamente graves delitos, está forzando la situación para que la empresa le vuelva a permitir que sean ellos los que vuelvan a decidir qué trabajadores se contrata en la empresa y, según publican otros medios de comunicación, su líder, Miguel Ángel Sánchez, ha llegado a afirmar a en una reunión con la plantilla de trabajadores que “a la alcaldesa le tiene que llegar la mierda al tercer piso”.

Mientras tanto, Inés Rey sigue templando gaitas y los coruñeses se han convertido en rehenes del matonismo sindical y perjudicados por la inacción del gobierno municipal. La ciudad llena de bolsas de basura por todos los barrios, sin que la alcaldesa decrete la alerta sanitaria y ponga solución a este chantaje.

Además del caos de la basura, Inés Rey no es capaz de frenar los graves problemas de inseguridad ciudadana que proliferan en muchos barrios de la ciudad, como ha sucedido hace unos días en Monte Alto

Realmente no nos extraña nada esta actitud. Es la misma que mantiene con los constantes conflictos vecinales originados por el importante incremento de inseguridad ciudadana en muchos barrios. Os Mallos, Agra del Orzán, Ronda de Nelle, Juan Flórez, Barrio de las Flores, Elviña, Orzán y el último, el estallido vecinal de Monte Alto. La respuesta de Inés Rey y su compañera de partido, la subdelagada de gobierno María Rivas, ha sido pedir calma y culpar a los vecinos y al único partido de la oposición que lleva exigiendo durante los últimos años que se reactive la policía de barrio.

Parece ser que, para Inés Rey, los delincuentes son inocentes y las víctimas de los robos y de los atracos son los culpables del problema. El mundo al revés.